 |
 |
 |
|
|
|
Tecnología • Productividad • Sep 2020
Seagate actualiza su portfolio de unidades IronWolf y IronWolf Pro NAS con el nuevo HDD de 18TB y dos nuevas SSDs para una gestión eficiente de los datos
"Las pequeñas y medianas empresas son el motor de crecimiento fundamental de la economía mundial, y muchas se están dando cuenta del valor potencial que los datos pueden aportar a su negocio mientras miran hacia el futuro en el camino hacia la recuperación de COVID - 19", dijo Jeff Fochtman, vicepresidente senior de marketing y negocios de Seagate Technology. "A medida que las empresas de todas las formas y tamaños dependen cada vez más de la tecnología, entender el verdadero valor de los datos que esas empresas han almacenado se convertirá en algo fundamental para desbloquear futuras oportunidades de crecimiento e innovación. Nuestras actualizaciones a la familia de productos IronWolf y IronWolf Pro de NAS proporcionarán a las pequeñas y medianas empresas la infraestructura sólida de gestión de datos que necesitan mientras planifican el futuro".
El nuevo IronWolf Pro de 18 TB está específicamente diseñado y optimizado para NAS con el firmware AgileArrayTM construido sobre la tecnología CMR, ofreciendo un rendimiento RAID consistente mientras permite múltiples usuarios simultáneos. La unidad ofrece un alto límite de tasa de carga de trabajo (WRL) de 300TB/año, permitiendo que los usuarios hagan transmisiones, copias de seguridad y accedan a más datos de su sistema NAS. También ofrece una velocidad de transferencia sostenida de 250 MB/s, lo que la convierte en la unidad IronWolf de mayor capacidad y más rápida del paquete. Las HDD IronWolf Pro ofrecen IronWolf Health Management para sistemas NAS compatibles y una garantía limitada de cinco años. El nuevo disco duro IronWolf Pro de 18 TB está disponible por 599,99 €.
Las nuevas unidades SSD IronWolf Pro 125 y IronWolf 125 SATA de Seagate son unidades optimizadas para NAS que ofrecen resistencia 24x7 y todas horas, así como un rendimiento escalable para múltiples usuarios para satisfacer las necesidades de las PYMES, los profesionales creativos y los usuarios que trabajan desde casa. Las unidades SSD IronWolf Pro 125 están diseñadas para entornos multiusuario y potencia la actividad de los mismos ya que permite hasta una escritura de unidad al día (1 DWPD), cuenta con protección de datos ante cortes de energía, tiene una garantía limitada de cinco años y ofrece servicios de recuperación de datos Recue de Seagate por tres años. IronWolf 125 SSD ofrece 0,7 DWPD y una garantía limitada de cinco años. Las dos SSD ofrecen IronWolf Health Management de Seagate con sistemas NAS compatibles, incluidos sistemas asociados fundamentales de Synology, Qnap y Asustor, que permite a los usuarios monitorear fácilmente el rendimiento y estado de su unidad.
Meiji Chang, gerente general de QNAP Systems, Inc. comentó: "En la implacable búsqueda de la innovación, Seagate renueva su catálogo de productos IronWolf y IronWolf Pro y ofrece una resistencia inquebrantable y un rendimiento sin igual para un versátil QNAP NAS y productos de almacenamiento externo. Nuestra continua colaboración con Seagate garantiza que los clientes de QNAP siempre disfruten de una experiencia de usuario optimizada con una fiabilidad superior".
"En ASUSTOR Inc. estamos emocionados por las nuevas unidades de disco duro IronWolf Pro de 18 TB y las nuevas SSD IronWolf 125 y 125 Pro SATA de Seagate", dijo Pin-Hao Huang, gerente de productos de ASUSTOR. "Estas nuevas unidades permiten mayores capacidades donde la demanda de almacenamiento de datos es más grande que nunca y, al mismo tiempo, mantienen el alto rendimiento que caracteriza a Seagate".•
Precios estimados de las unidades en España
La nueva IronWolf 125 SSD está disponible en capacidades de 250 GB (64,99 €), 500 GB (99,99 €), 1 TB (174,99 €), 2 TB (309,99 €) y 4 TB (629,99 €). La IronWolf Pro 125 también está disponible ahora en capacidades de 240 GB (104,99 €), 480 GB (144,99€), 960 GB (259,99 €), 1,92 TB (449,99 €) y 3,84 TB (849,99 €).
Adicciones electrónicas • Oct 2021
A mediados de 2020 la utilización de los teléfonos móviles en España había aumentado un 45% y las ventas de smarthphones un 35% • Pero un uso excesivo e incontrolado tiene consecuencias poco saludables
Tras la declaración de los primeros confinamientos debidos a la emergencia sanitaria mundial, el uso generalizado de los smartphones aportó muchas ventajas. Contribuyeron a mantener activos los encuentros familiares y laborales, además de poder distraerse viendo películas y series, compartir videos y mensajes en las redes sociales, mantenerse informados de todo lo que sucede o incluso seguir lecciones para hacer ejercicio en casa.
Antes del decreto del estado de alarma, la media diaria de uso estaba en 3 horas y 15 minutos, de las que consultar las redes sociales llevaba casi la mitad de ese tiempo. Pero a los dos meses el uso creció más de un 55%, llegando a las 5 horas y 5 minutos.
En el rango de población que va de los 16 a los 25 años, la media está en 6 horas y 20 minutos, en gran medida debido a que tienen que compartir más tiempo con sus familias y en muchas ocasiones quieren ver sus propias películas y series.
En la actualidad el 50% de los españoles consulta su móvil cada 5 minutos y el 80% reconoce que es lo último que ve al acabar el día e irse a dormir y lo primero que consultan por las mañanas al despertarse.
En España hay actualmente más teléfonos móviles que habitantes y más del 95% de las viviendas españolas poseen al menos uno.
Como todo dispositivo de utilización tan popular puede volverse dañino si se usa de forma inapropiada. Así es como fueron apareciendo nuevas patologías que tienen a médicos y psicólogos en alerta.
Entre estas patologías de nuevo cuño ya se habla de:
Fomo
Este acrónimo viene del inglés fear of missing out que significa miedo a perderse algo y está relacionado sobre todo con las redes sociales. Lo sufre casi el 70% de los usuarios de estas redes. Quienes padecen este nuevo síndrome sienten una necesidad constante de mantenerse conectados e informados de todo lo que hacen sus amistades o lo que ocurre en su ciudad, pero no por un temor irracional a la desinformación, sino porque no quieren que nadie pueda pensar que se han perdido algo que dice o hace alguno de sus amigos, una noticia interesante, que otras personas puedan hacer cosas más divertidas o populares o miedo a quedarse fuera por no haber participado de alguna campaña viral.
Otra manifestación del Fomo consiste en sufrir ansiedad por no tener el smartphone más nuevo del mercado o por creer que se perderá algún avance tecnológico importante. Esta patología puede conllevar aparejados trastornos de ansiedad y depresión.
Nomofobia
Este otro neologismo proviene del acrónimo en inglés no-mobile-phone phobia, y su principal síntoma es el miedo a la desconexión. Puede generar este cuadro la preocupación de que se agote la batería, no tener suficiente cobertura, que se estropee el móvil y sobre todo el temor a salir a la calle sin llevarlo encima normalmente por haberlo olvidado en casa.
Ya antes del confinamiento más de un 75% de los usuarios reconocía tener miedo a salir de casa sin él. Lo que se describe es un trastorno de ansiedad con todas sus manifestaciones (taquicardia, pensamientos obsesivos, dolor de cabeza o de estómago, sudores, etc.) cuando no se puede utilizar el móvil, y que se origina porque, estar permanentemente conectados con los demás produce una dependencia emocional que se manifiesta en forma de ansiedad cuando esa comunicación no es posible temporalmente. Las personas que padecen nomofobia suelen sufrir una necesidad de aceptación social elevada, una baja autoestima e inseguridad.
Vibranxiety
También conocida como vibración fantasma. Se trata de un error del cerebro que está alerta a las señales exteriores y que tiene como origen la obsesión o dependencia por el sonido o vibración del móvil. Se cree haber oído sonar o vibrar el smarthphone cuando no lo ha hecho.
Esto se produce porque las notificaciones del teléfono provocan una respuesta emocional positiva que hace que el cerebro genere dopamina, neurotransmisor vinculado al placer, la motivación o el deseo. Esta sustancia también está relacionada con las adicciones porque, si un estímulo causa placer, el cerebro intentará repetirlo.
Se estima que el 80 % de las personas siente alguna vez estas vibraciones fantasma y, por lo tanto, es relativamente normal, pero si su frecuencia es alta o muy alta, puede ser porque el cerebro se está comportando respecto al móvil tal y como se comportaría el cerebro de un drogodependiente ante la sustancia que consume.
Insomnio tecnológico
Antes de la popularización de los smartphones, la gente se iba a la cama y leía antes de dormir o veía la televisión. Pero hoy, mirar vídeos, contestar whatsapps, jugar o echar un último vistazo a las redes sociales se ha convertido en el hábito nocturno más extendido entre los españoles. El 80% de los ciudadanos encuestados afirma que es lo último que hacen antes de dormir.
Se sabe que la luz azul que emiten estos aparatos inhibe la secreción de melatonina, la hormona que favorece la conciliación del sueño. Por lo tanto, cuando se usan móviles y tabletas antes de irse a dormir, la somnolencia desaparece y se producen episodios de insomnio que a la larga pueden elevar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, accidentes cerebrovasculares, hipertensión arterial, obesidad, diabetes y depresión.
Phubbing
El ningufoneo, o Phubbing en inglés, es una de las señales inequívocas de que la persona padece una adicción al smartphone (o al menos una relación muy insana con el dispositivo). El término hace referencia a ningunear o ignorar a otros y el entorno donde se encuentran por estar concentrados en el móvil.
Casi todos han vivido la típica escena en una comida o cena con amigos en el que uno de ellos solo estaba atento a su móvil y no al resto de los participantes de la cita. Este fenómeno puede causar aislamiento social, depresión, deterioro de las relaciones interpersonales y baja autoestima.
Tendinitis en los pulgares y otras lesiones
Otro término de reciente aparición es la whatsappitis, que refiere a la adición a esta aplicación de mensajería. Teclear mensajes durante horas en un móvil también tiene consecuencias. Desde hace algún tiempo, las consultas de traumatología ya habían detectado un aumento de casos de pacientes con tendinitis en los pulgares de ambas manos debido a que el uso excesivo de estos aparatos obliga a adoptar una posición forzada y con tensión. Además, los dedos índices reciben una carga excesiva del móvil debido a que tienen que sujetarlo ejerciendo una fuerza equivalente a la presión de los pulgares al escribir, que produce también tendinitis en los índices.
A ello se suman las molestias en cuello, brazos y espada por un uso excesivo del móvil adoptando posturas inadecuadas.
Daños en los ojos
Mirar una pantalla retroiluminada daña la retina de forma progresiva y produce sequedad (más si uno utiliza lentillas), visión borrosa, fotofobia y dolor de cabeza. En concreto, lo más dañino es mirar estas pantallas a oscuras o durante muchas horas seguidas.
Efecto Google
El acceso directo y continuo a los contenidos de internet permite encontrar datos de una manera rápida y eficaz. Pero si se depende totalmente de Google u otros buscadores para todo lo que se haga o se hable en el día a día, en no pocos casos el cerebro puede negarse a recordar información debido a que se tiene la posibilidad de acceder a ella en cualquier momento y de forma más sencilla.
- Desactivar las notificaciones de redes sociales, mensajes, apps, etc y ponernos un horario limitado para consultarlos.
- Pedir a nuestros familiares y amigos que si hay algo urgente nos llamen en lugar de enviarnos mensajes.
- No tener el teléfono a mano cuando estemos estudiando ni cuando vayamos al baño.
- Dejar de utilizar el móvil al menos dos horas antes de irnos a dormir, y en la cama tratar de conciliar el sueño leyendo un libro o viendo la televisión. Además, es preferible usar un despertador de los de toda la vida y a ser posible dejar el smartphone en otro cuarto.
- Realizar otro tipo de actividades que sustituyan al uso del móvil como algo de ejercicio, dar paseos, cocinar, leer un libro no electrónico, practicar algún tipo de manualidad.
- En los desayunos, comidas y cenas en familia apartar de la mesa el móvil.
- Se puede bloquear el acceso a ciertas aplicaciones durante horas o días y de esta manera utilizarlas menos y de esta manera ir desenganchándose poco a poco.
- Mantener una postura correcta para que su uso no dañe nuestras cervicales y músculos. Poner el móvil a una distancia prudencial, ni muy pegado ni muy alejado y tratar de no usarlo más de diez minutos seguidos.
- Al momento de cargar el móvil, lo mejor es hacerlo en una habitación diferente a la que estamos o en el lugar de la casa donde se pase menos tiempo.
Por último, si la adicción es elevada, lo más conveniente es ponerse un límite de horas diarias para utilizar el móvil. Se puede consultar el uso de tiempo diario y comprobar si se están cumpliendo los objetivos propuestos. • 10/21
Relacionado: Puntronic
